lunes, 28 de abril de 2008

Viviendo en mi proyecto de hogar

En 24m2 dormimos cada noche Andreas y yo en una cama individual, Sebastian en su cuna, nos acompañanan un gavetero, el cambiador-tina y nos arrulla el ruido de la nevera. Cada lavada de teteros es toda una faena, con el lavamanos por fregadero y el cambiador de Sebastian por escurridor. La nevera es además de conservador de alimentos, alacena de vajilla y a veces también perchero...
Será por este hacinamiento que me siento siempre tan cansada? incluso al despertarme en la mañana. Dos médicos que me vieron la semana pasada me lo dijeron y mis amigas me ven cansada. Trato de alimentarme bien, pero es un reto difícil para mi, y ahora sin cocina en casa menos! Espero que la remodelación no acabe conmigo y poder terminar de sobrellevarla con más ligereza. Espero que estos días pasen rápido distraida con otros temas más agradables que el polvo, los mosquitos, la ausencia de cocina, closets, por hablar de lo más notorio, dejando de lado que uso los mismos sarcillos desde el día antes de mudarme (hace ya 3 semanas!) y que durante 2 semanas use el mismo par de zapatos... el resto está embalado en el cuarto de la mudanza, esperando que terminen las obras en el resto de la casa, para ocupar su lugar definitivo.
Me imaginé que sería incómodo vivir durante la remodelación, pero no imaginé que me molestaría tanto. Menos mal que cada día que pasa es uno menos para disfrutar de mi casa, que con los cambios quedará super acogedora. Por ahora es solo un proyecto de hogar.