lunes, 15 de diciembre de 2008

Un sueño recurrente: Earthquake!

Últimamente tengo este sueño recurrente, que más que sueño se me presenta como guión de película. Lo sueño despierta cada mañana de lunes a viernes rodando en el metro de camino al trabajo.

Caracas es una ciudad proclive a los temblores. El terremoto de Caracas ocurrido el 29 de julio de 1967 dejo huella en la memoria de sus habitantes y en algunas de sus edificaciones. Vivo hace seis meses en un apartamento ubicado en una zona muy bien ubicada, pero también en una de las más fuertemente afectadas por ese terremoto. Algunos de mis vecinos me han contado como vieron derrumbarse y desaparecer en escombros a un edificio diagonal al nuestro.. Algunos astrólogos han anunciado un nuevo terremoto para 2008. Recientemente en algunas zonas de la ciudad se han dictado talleres y charlas de rescate para emergencias como esa. Todo esto y el reforzado temor a morir que me causó el hacerme madre, me han llevado a fantasear un poco...

Cada mañana que tomo el metro y tengo oportunidad de sentarme, recorro la misma película: inesperadamente empieza a temblar muy fuerte, algunos nos agachamos de inmediato, se va la luz, todos gritan, nos quedamos a oscuras. A eso le sigue un silencio sepulcral, poco a poco se ilumina el vagón en el que voy con pantallas de celulares y muy pocas linternas. Ni los ladrones se atreven a aprovechar la circunstancia, todos estamos aterrados, confundidos y paralizados. Surgen líderes espontáneamente, empiezan a proponer soluciones, hay que salir del vagón cuanto antes o nos quedaremos sin aire para respirar. Yo pienso en mi hijo en la guardería, en mi hijo en mi vientre y en mi marido. Tengo que salir del vagón y caminar por la caminería de mantenimiento o emergencia hasta la próxima estación del metro que tenga alguna salida despejada.

Escucho algunos quejidos, algunos heridos leves, otros con mucha sangre, otros... Había una viejita sentada a mi lado, en el metro siempre hay una persona de la tercera edad sentada a la vista. No se agachó oportunamente, murió en el acto. Los que tuvimos la suerte de agacharnos y no ser demolidos por el derrumbe o los golpes, empezamos a hacernos camino entre los escombros, también tropezamos con algunos cuerpos inertes. Intentamos romper algunas ventanas y puertas del vagón, vemos algo de movimiento en el vagón continuo. Poco a poco nos hacemos paso y salimos, caminamos en línea por el pasillo delgado dentro del túnel. Nuestra mayor esperanza es que el paso hasta la próxima estación no esté tapiado y que además haya alguna salida en esa estación, sino tendremos que caminar hasta que demos con alguna salida. Logro salir con otros, no tantos como íbamos en el vagón. La mayoría quedan atrás, algunos sin esperanza, otros ya ausentes... Pero a mi, mi hijo me da fuerzas, tengo que llegar a él, ayudarlo a salir, rescatarlo, llevarlo a casa.

Si mi película es una gringada, soy la heroína, salvo de la muerte a la viejita que venía sentada a mi lado en el vagón, los llevo a todos hasta la salida más cercana posible, llego hasta mi hijo, lo saco de su salón en la guardería y lo pongo a salvo.

Si por el contrario mi película es de cine no comercial y por ejemplo es escrita por Roberto Benigni (La vida es bella, 1997) lo más probable es que cuando mucho salve a mi hijo el de la guardería o muera en el intento de salvarme a mi misma.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Contrastes, similitudes, elecciones.

Esta noche he visto fotos de Cuba que publicó un amigo cubano en la red. El tiene muchos años viviendo fuera, algún tiempo en Venezuela, donde lo conocí.

No tituló las imágenes, no las etiquetó ni escribió una reseña. Muchas de las imágenes son muy buenas fotografías, realmente buenas tomas, llenas de contrastes, hermosos paisajes naturales, caras expresivas, detalles significativos y verdaderamente simbólicos de la ciudad y de la vida allá. Pero lo que me impactó de las fotografías fue que al ver contrastes de un país y un pueblo al que le hemos tenido lástima en el exterior, no me fue difícil evocar contrastes similares en mi propio país. Rincones de la ciudad con edificios forrados en mármol y placas doradas, asientos de cuero… y otras esquinas con muros sin cubrir, ropas y autos viejos, comercios con anaqueles vacíos, gente, ropas, paredes, muebles y calles rancias, desgastadas por el uso y por el tiempo. ¿Cuántos rincones así no hay en mi país? Es cierto que en Venezuela no tenemos boletas de racionamiento para las comidas y que los emprendedores hacen buen dinero, y que tener un auto de hace 5 décadas es una elección y no una imposición.

Algunos piensan que en Venezuela, si el gobierno sigue en las mismas manos en el futuro, nos conducirá a una especie de Cuba comunista …
… que me pasaría si así fuera? Que haría yo? No lo sé, pero luego de reflexionar sobre esas fotos, estoy convencida que lo correcto sería vivir la vida lo mejor posible con lo que tenga a mano.

A veces nos quejamos de nuestras vidas y culpamos al entorno, pero si la vida es una y tan corta, ¿Por qué perder el tiempo buscando culpables en lugar de tomar el volante y conducir por el camino más hermoso posible? Si hay dos maneras de llegar al mismo punto, mejor tomar la pradera que el camino árido, no?

lunes, 24 de noviembre de 2008

Decidiendo el peso relativo de cada uno de mis roles

Además de ser individuo, mis roles más demandantes son ser esposa, profesional… y desde hace un año, ser mamá.
Esta no es la primera vez y estoy segura que no será la última que me refiera al conflicto de intereses que me produce el ser madre. Ahora, con el segundo bebé en camino, mis reflexiones respecto a las prioridades de cada rol, van un nivel más allá. No sólo entré en conciencia, sino que además exploro distintas maneras de alcanzar ese frágil balance en que cada rol ocupe en la práctica el peso que deseo. Sin embargo, cada vez que emprendo mi búsqueda concluyo que este es un problema sin solución perfecta.
Cada mañana se me convierte en una batalla entre ser mamá de Sebastian, sobrellevar el sueño y los malestares del embarazo nuevo y cumplir con mis responsabilidades en el trabajo. Muchas veces los malestares le ganan a lo demás. Pero una vez en la oficina se siente tan bien hacer mi trabajo… Sin mencionar las ventajas económicas que me brinda trabajar.

Este es mi diálogo interno más recurrente en los últimos tiempos, sobre todo en las mañanas al despertarme:
Dios! Que cansada me siento! Que agradable sería quedarme en casa descansando, arreglando las cosas en casa y preparando la llegada del nuevo bebé, a mi ritmo, sin presiones…
… pero tengo cosas pendientes en la oficina, tengo responsabilidades allá…
… Además, salir de casa cada día y enfrentar retos de trabajo me encanta, me oxigena…
… además, teniendo tiempo libre, me daría más holgura y posiblemente sería menos eficiente con los proyectos que me proponga…
…no, definitivamente no quiero quedarme en casa. Que afortunada soy de tener trabajo y tener cosas interesantes que hacer cada día. Vamos, levántate, cómete una galleta para que pases las náuseas, tómate un café para despertar y alístate para ir a trabajar…
… hmmm me estiro… espalda, brazos, piernas…
… Dios! que cansada me siento!

viernes, 31 de octubre de 2008

Ups! I did it again

hummm por qué me siento tan mal, tan cansada... humm y esta enemistad con el pollo? ... hummm y estas náuseas? ... hummm, otra vez retraso con la menstruación? puede ser normal después de dar a luz y amamantar a Sebastian tantos meses... okey okey, chequeemos con exámenes... y con la doctora.

Doctora Migdalia: Felicidades! tienes un gordito que por medidas tiene 8 semanas y 3 días!

De eso hace 8 días. Así que vamos por 9 semanas. Me parece que fue ayer que di a luz a Sebastian y estoy embarazada otra vez! Estoy feliz, pero no voy a negar que me espanta lo fuerte que va a ser mi jornada. Sebastian empieza a sostenerse solo en pie, lo que es preámbulo de una etapa agotadora: caminar, tocar y agarrar todo, correr tras él... Seguiditos también tiene su lado positivo: salgo de eso de una vez, como me han dicho algunas mujeres.

Sebastian nos hizo padres y con ello acelerar los planes de estabilizarnos económicamente y hacernos de un techo propio. Este último año ha sido el más intenso que hemos vivido. A mi personalmente me hizo reordenar las prioridades en la vida y tomar decisiones en consecuencia. Cambié de trabajo, se me volvieron a alborotar ideas viejas asociadas a la creatividad y empecé a ir al psicólogo con regularidad.

Todo esto me hace sentir más viva que antes, más consciente y más responsable de mis actos.

Si con Sebastian me cambió la manera de ver la vida, creo y espero que con este nuevo hijo me cambie la vida. Por lo pronto, la prioridad es seguir creciendo con Sebastian y sus avances y preparar el terreno para recibir a su hermanito... o hermanita! Ya lo sabremos.

viernes, 5 de septiembre de 2008

¿Qué soy…?

¿Qué soy en realidad? ¿Qué soy sin mis circunstancias? ¿Sin mis virtudes, sin mis defectos? ¿Sin mi vanidad? ¿Sin los que me rodean? ¿Que soy sin mi esposo sueco con el que tengo una historia exótica que contar a mis conocidos? ¿Qué soy sin mi hijo de cabello rubio y rulo? ¿Qué soy sin mi antecedente familiar? ¿Qué soy sin mi título del IESA? ¿Qué soy sin mi nuevo apartamento en remodelación? ¿Qué soy sin mi aspiración de subir de estrato socio-económico? Que soy sin mi carrera profesional? Que soy cuando estoy desnuda y frente al espejo? Que soy cuando me encuentro conmigo misma y no sé en que pensamiento enfocarme de todos los que revolotean en la cabeza? Que soy sin mis ambiciones? Sin mis traumas infantiles? Que soy en esencia? No en descriptivo de mi proyección al entorno, sino adentro, en el fondo, ¿Que soy? En espíritu? Soy algo en espíritu? Soy algo? Soy?...

Soy, y solo cuando lo sepa y lo disfrute como cuando se descubren los sabores de un platillo nuevo, seré feliz. Pero, ¿Por qué esperar? Soy aquí y ahora. Soy yo. Este ser con este alma, con este empaque que me limita y me permite a la vez, soy la que permite y limita a este empaque… soy, definida e indefinida, siempre inconclusa, contradictoria… imperfecta, descubriendo a la vez que imperfecta está bien y perfecta imposible e inútil, desgastante.

domingo, 22 de junio de 2008

La vida es tan simple...

La vida es tan simple como nacer, crecer y vivir en familia, cualquiera que sea su composición; echarle pichón o parasitar, estudiar, quizás la universidad, trabajar, quizás un postgrado, trabajar, quizás otro postgrado; encontrar un amor, o tal vez varios; casarse, tener hijos o no tenerlos, quizás divorciarse; quizás ser bueno, quizás ser malo; disfrutar el trabajo o tal vez detestarlo; viajar, los amigos, los afectos; ver pasar los años, mirar hacia adelante. En uno o más puntos deternerse y mirar a los lados; mirar atrás y seguir avanzando. La vida es tan simple y pasa tan rápido...
Ayer recibí la llamada de Dayana, Marysabel fue encontrada muerta a la orilla de una carretera. Las experticias afirman que el impacto de un accidente fue la causa. Su carro, destrozado.
Ella fue mi primera cara del IESA hace ocho años. En un "Hablemos del Master" convocado en Puerto Ordaz, estaba ella en un espacio alquilado en el Hotel Intercontinental, con su sonrisa recibiendo invitante a todos los interesados. Recuerdo las palabras de un egresado invitado a echarnos el cuento; el IESA es "a tiempo repleto, no completo". Unas semanas más tarde, volvió a recibirme en otra sala del hotel, esta vez con un examen de admisión y un coffe break con jugo de naranja, café, croissants... Unas semanas más tarde Marysabel me dio la bienvenida con la sonrisa más cálida, llamándome por mi nombre en los espacios del IESA. Siempre nos hizo sentir consentidos, especiales
La última vez que la vi, en un reencuentro de egresados, ella dio unas palabras, nos miró a todos a los ojos, con su sonrisa, feliz, agradecida, satisfecha, orgullosa, complacida de tenernos de vuelta una vez más reunidos a tantos, recuerdo que me dijo que no olvida mi cara de asustada cuando nos conocimos en Puerto Ordaz y luego recién ingresando al Master. Yo tampoco la olvido, con su sonrisa y su trato tan especial.
Hoy somos buenos, amables, cálidos, amigos, hacemos familia, vamos a comernos un pizza, regresamos a casa y en el camino alguien baja el breaker y listo, se acabó.
La vida es tan simple... tan corta...

sábado, 21 de junio de 2008

Alicia en el país de las maravillas

En mi nuevo trabajo aun estoy empapándome y conociendo a la gente. Ayer tuve una reunión en la que conocí a personas de otras áreas, básicamente clientes y colaboradores internos que usan los resultados de los estudios que empiezo a asumir, para medir su desempeño y la calidad de su trabajo. En la reunión estaba Florinda, una mujer en sus 50, alta, maquillada con los labios colorados, de abundante, elevado y firme hablar. Dando indicaciones y dirigiendo la reunión que una compañerita mía estaba conduciendo. Cuando noté que la actitud de Florinda empezaba a hacerme ruido, pronunció por primera vez "carapterística". Me que quedé en shock y pensé que había escuchado mal, lo dejé pasar, no puede ser en una jefa confundir la c con la p, pero no había terminado de completar la idea mental cuando volví a escuchar la p. Siguió avanzando la reunión y en otra intervención de Florinda, volvió a tronar la p en mis oídos y además en estereo, sorround y pantalla, porque me alcanzó el tiempo para sin quedar dudas leerlo en sus labios... colorados, cabello escalonado abajo de los hombros con las puntas peinadas hacia afuera, vestido floreado blanco con escote pronunciado, uñas largas pintadas como francesita, pero de base blanca perlada y bordecito rosado... perlado, por supuesto!
Con semejante percha corporativa y semejante pronunciación, tendré que seguir esperando que me presenten a los personajes antes de meter la pata y confundir a Florinda con Floripondia. No vaya a ser que por subestimar las dicciones y uñas de algunas, me corten la cabeza como propuso la reina de naipes que se hiciera con Alicia en el país de las maravillas

viernes, 6 de junio de 2008

Mi primera semana en Santander

Llevo siete días en mi nuevo empleo. Los primeros cuatro días han sido exclusivamente de inducción, firmar y llenar papeles y arreglar mis accesos a la computadora, a la red, a la oficina, a mi sueldo... Sigo en la fase de "empapamiento", pero ya arrancando con mis proyectos y mi plan de trabajo 2008.
Me sorprenden el compañerismo, que el trabajo es tan o más interesante de lo que me había imaginado y que el almuerzo en el comedor (si, que hay comedor ya me lo esperaba) cuesta la curiosa cantidad de Bs.F. 5,3. ... Si! 5,3 bolívares. Tenía planeado almorzar con mi amiga Madeline todos los mediodías, pues ella trabaja en el edificio de enfrente, pero con ese precio, dejaré los encuentros con Madeline para el café, que por cierto, está en 3 Bs.F. Raro, no?

miércoles, 28 de mayo de 2008

Un poco de Freud y el comunismo

Tengo seis, siete semanas tratando de leer y digerir los planteamientos de Sigmund Freud en "El malestar en la cultura"; un libro publicado por primera vez en 1970, pero de lo más vigente en el siglo veintiuno. Confieso que en todo este tiempo, no sólo por lo compleja de mi vida últimamente, sino también por lo duro de la lectura, no he pasado de la página sesenta. Pero vaya que sesenta páginas! Como dicen por ahí, no tienen desperdicio! Por ahora y creo que así será a lo largo del libro, leo como Freud teje la evolución del ser primitivo dando paso al ser humano con la evolución de la cultura.
En esa evolución Freud habla de la felicidad, de la agresividad humana y de la maldad. . . Sobre esto último plantea:
"Los comunistas creen haber descubierto el camino hacia la redención del mal... Si se aboliera la propiedad privada, si se hicieran comunes todos los bienes, dejando que todos participaran de su provecho, desaparecería la malquerencia y la hostilidad entre los seres humanos. Dado que todas las necesidades quedarían satisfechas, nadie tendría motivo de ver en el prójimo a un enemigo; todos se plegarían de buen grado a la necesidad del trabajo... puedo reconocer como vana ilusión su hipótesis psicológica"
Me es inevitable relacionar esta palabras con mi realidad inmediata, trato de imaginarme a los venezolanos compartiendo generosa y respetuosamente, por ejemplo, una siembra pública de papas y lo primero que me viene a la cabeza es un JA! y luego la imagen de unos cuantos que escapan corriendo con papas en sacos, en bolsas, entre sus camisas y franelas...
Me cuesta imaginar máxima felicidad colectiva, paz y amor entre 26 millones de personas. Me cuesta imaginar a 26 millones de personas sin excepción decididas a trabajar y ser productivas. Al menos hoy me cuesta imaginar a 26 millones de personas viendo en los otros no más que a hermanos, amigos y aliados.
Tal vez mañana pueda imaginarlo y entonces actuar en consecuencia, brindando sonrisas y buenos modales a mi paso, sin importar con que se me retribuyen cuando transito las calles, el metro y los autobuses de la ciudad. Pero esto es harina de otro costal

domingo, 18 de mayo de 2008

La importancia de los buenos amigos

Hace dos noches estoy asilada en casa de mi amiga Karla y su hermana Andrea. Bastó un mensajito al celular pidiéndole recibirnos por unos días mientras la parte crítica de la remodelación concluye. El trabajo de emplomado del piso empezó y el polvillo invadió cada rincón del apartamento, incluyendo la cuna de Sebastian, lo cual es ya demasiado abusar. Karla se ha mudado sin pensarlo, al cuarto de su hermana y me ha cedido su cuarto y baño. A pesar de la pena que me da el abuso de la invasión vikinga, acepto la ayuda y la agradezco infinitamente. Los amigos están para compartir afecto, historias, aventuras y también para ayudar y dejarse ayudar.

jueves, 15 de mayo de 2008

Este es el mero que hay!

Estaba Giampiero en Margarita pasando unas vacaciones con su familia. Ese día habían decidido quedarse en la playa y almorzar en uno de los restaurantes a orillas del mar. Se sentaron en una mesa con los pies en la arena y a la sombra de varias palmeras, recibieron el menú y se dispusieron a ordenar. Giampiero pensó que sería buena idea aprovechar para comerse un mero fresco que se describía apetitoso dentro del menú. Y así lo hizo. El mesero tomó nota del pedido de cada quien y unos minutos más tarde volvió con la comida servida en cada plato. Giampiero se sorprendió al ver el suyo.

G: !Señor, este pescado que me ha traido no es mero!.

M: Claro que si señor, usted pidió mero y aqui lo tiene!,

G: Le digo que esto no es mero

El mesero como buen margariteño resolvió la situación en una sola frase con punto final:

M: Ah bueno, este es el mero que hay, usted me dice si lo quiere!

Este relato lo compartió Giampiero con integrantes de su equipo de trabajo luego de que le planteáramos algunas barreras que estábamos encontrando al trabajar con equipos de otras unidades dentro de la misma empresa. En ese entonces muchos de nosotros estábamos recién graduados de la maestría en administración de empresas y soñábamos con ser eficaces y acertados en nuestras actividades, agregar valor y alcanzar éxitos demostrables en el corto y mediano plazo. Algunas veces me sentí frustrada en las interacciones, como si los objetivos de ambas unidades fuesen distintos e incompatibles. En algunas ocasiones me parecía que para hacer mi trabajo tenía que mover a un elefante con mis propias manos, es decir, la misión era imposible de motorizar a menos que lo moviera un tractor o alguna cosa lo atrajera fortuitamente hacia el mismo punto que yo necesitaba que se desplazara.

Ha pasado mucha agua debajo del puente desde que le escuché a Giampiero este relato sobre el mero, y aún sigo encontrando vigente el mensaje. Pienso que aplica para todo y para todos, porque son pocas las cosas en la vida que dependen exclusivamente de uno mismo. Y si bien debe prevalecer la intención de contagiar, motivar, convencer, empujar... también hay que dejar de darse golpes con la pared cuando no está en nuestras manos derrumbarla.

A veces toca comer mero y otras veces tajalí

miércoles, 14 de mayo de 2008

Remodelando

Llevamos cinco semanas viviendo en nuestro apartamento. Desde antes habiamos empezado a remodelar, pero las últimas dos semanas estuvimos de descanso con las obras porque la alcaldía exige tramitar permiso para hacer trabajos en casa, lo cual cayó de perlas para darle un descansito a los pulmones de Sebastian y para actualizar y poner en orden algunos documentos. Tramitar el permiso de la alcaldía ha sido un dolor de cabeza: 230 bolívares fuertes en tasa, más los taxis de aquí a allá, timbres fiscales, solvencias más solvencias menos, dos visitas a la electricidad de Caracas, como cuatro visitas a la alcaldía, desarmar papeles embalados por la mudanza, y el tiempo invertido en lograr todo esto.
Pero una vez superado este obstáculo estamos de nuevo en obras. De nuevo hay ruido, escombros y hombres trabajando. Lo bueno es que estamos de nuevo avanzando hacia mi sueño más recurrente recientemente: sentarme en el sofa de mi sala, junto a Andreas y Sebastian, brindar con algo rico de tomar, mirar alrededor y disfrutar la vista.

sábado, 10 de mayo de 2008

Un nuevo día

Ayer fue mi último día de trabajo en Datanalisis. La mañana estuvo cargada de trabajo y de la convicción de que he tomado la decisión acertada. Es tiempo de atreverme a asumir nuevos retos profesionales que definitivamente impactarán en mi vida personal.
No ha sido sencillo decidirme. En Datanalisis mantenía discusiones muy interesantes y aprendí muchísimo sobre el negocio, sobre metodologías y sobre la relación con los clientes. También voy a extrañar a los amigos hechos, sobre todo a Laura y Leonor con quienes almorzaba prácticamente todos los días. En esos almuerzos arreglábamos al mundo, nuestras vidas personales, lo laboral, al país... en fín.
Estuve totalmente consciente en el instante en que salí por última vez como empleada de la empresa. Desde el pasillo de ascensores miré la entrada desde afuera, el logo, la gente en movimiento... con la sensación de orgullo por haber pertenecido y la satisfacción de culminar un ciclo.
Esa sensación de "belong to" que anteayer me llenaba y ayer me dio nostalgia es algo que espero sustituir con un nuevo empleo o un nuevo proyecto... veremos que sucede.
Por lo pronto hoy es un nuevo día y la sensación que prevalece es LIBERTAD!

miércoles, 7 de mayo de 2008

Por eso y muchas cosas más...

Hoy hice esperar a mi hijo una hora y media más de lo habitual para recogerlo en la guardería. Lo encontré solo y con señas de haber llorado. Anterior a ello estuve estresada en la oficina al parecer tratando de ganar una batalla con los soldados de un batallón enemigo, por decir de alguna manera que estuve tratando de resolver una situación que estaba fuera de mi control, pero que afecta mi trabajo, algo que en mi actual empleo es cotidiano... así como desgastante y frustrante.
En este empleo estoy hasta el viernes. Renuncié hace dos semanas, luego de otras dos semanas después de haberme reincorporado de mi reposo postnatal. Bastaron dos semanas, quizás en el fondo algunos meses, para darme cuenta que de todas las opciones que tengo, mi empleo actual es la que menos me acerca a mis prioridades y objetivos. En estos cinco meses de reposo he tenido bastante oportunidad de pensar. Y hay una decisión primordial que he tomado: hacer todo lo posible para no arrepentirme mañana de lo que haya dejado de hacer hoy.

Pienso que las personas y las empresas se desarrollan en etapas similares: infancia, adolescencia, juventud-adultez, madurez, vejez... y la empresa y yo estamos en etapas distintas. Necesito algunas cosas que la empresa no me da y definitivamente NO necesito algunas cosas que recibo de ella.
Extrañaré las discusiones de trabajo y la complicidad con mis colegas, los aprendizajes esporádicos pero valiosísimos de mi jefe, a las amigas y los amigos que hice... Pero estoy convencida que es la decisión más acertada.

jueves, 1 de mayo de 2008

Hay una epidemia de emprendedores

Por todos lados oigo gente con ideas de negocios para montar. Estoy a punto de montar mi propio negocio: voy a asesorar a los emprendedores para disminuir el riesgo de que se equivoquen de negocio, de target, de ubicación, para aterrizarlos en sueños y posibilidades...
Hoy conversé con el señor C, quien recibió en traspaso un negocio que parecía, como diría Carlos mi profesor de finanzas, muy sexy; pero resultó no tener mejor remedio que cerrar. Ahora el señor C está atado a un contrato de alquiler y a una inversión ya hecha que por lo menos desea recuperar. Seguramente el señor C se metió en este paquete con el mayor de los entusiasmos, con todos los items del checklist revisados al menos en teoría y con un plan de acción bien definido, pero la realidad lo superó con algunos imprevistos que le están haciendo perder cerca de 100 mil USD... FUERTES!
Que hacer? Primero que nada pisar el freno. Mirar pa atrás, pa´ los lados y pa´ lante? Viene carro? Acaso una estampida de elefantes? la carretera adelante está asfaltada o es de tierra?.. Tengo un motor de respuesto por si acaso este se me funde en alguna sobremarcha?
Por mucho que uno planifique siempre se escapa algo y si no vamos a dejar el carro botao en ese punto del camino, entonces es mejor asumir el costo hundido de lo hecho como el precio de haber aprendido la lección.. y seguir adelante, eso si, sacando un mapa vial que esté vigente y con los tipos de vialidad, semáforos, señalización y toda la información posible.
Por ahí escuché alguna vez que de cada 10 nuevos negocios, 1 sobrevive a los 2 primeros años de operaciones y si lleva 3 ininterrumpidos, la probabilidad de sobrevivir otros 10 aumenta notoriamente.
Si la mayoría de los emprendedores supieran esto, estoy segura que mi idea de negocio sería una autopista asfaltada de costa a costa!

lunes, 28 de abril de 2008

Viviendo en mi proyecto de hogar

En 24m2 dormimos cada noche Andreas y yo en una cama individual, Sebastian en su cuna, nos acompañanan un gavetero, el cambiador-tina y nos arrulla el ruido de la nevera. Cada lavada de teteros es toda una faena, con el lavamanos por fregadero y el cambiador de Sebastian por escurridor. La nevera es además de conservador de alimentos, alacena de vajilla y a veces también perchero...
Será por este hacinamiento que me siento siempre tan cansada? incluso al despertarme en la mañana. Dos médicos que me vieron la semana pasada me lo dijeron y mis amigas me ven cansada. Trato de alimentarme bien, pero es un reto difícil para mi, y ahora sin cocina en casa menos! Espero que la remodelación no acabe conmigo y poder terminar de sobrellevarla con más ligereza. Espero que estos días pasen rápido distraida con otros temas más agradables que el polvo, los mosquitos, la ausencia de cocina, closets, por hablar de lo más notorio, dejando de lado que uso los mismos sarcillos desde el día antes de mudarme (hace ya 3 semanas!) y que durante 2 semanas use el mismo par de zapatos... el resto está embalado en el cuarto de la mudanza, esperando que terminen las obras en el resto de la casa, para ocupar su lugar definitivo.
Me imaginé que sería incómodo vivir durante la remodelación, pero no imaginé que me molestaría tanto. Menos mal que cada día que pasa es uno menos para disfrutar de mi casa, que con los cambios quedará super acogedora. Por ahora es solo un proyecto de hogar.

martes, 22 de abril de 2008

Mi frase favorita

En estos días vi la frase favorita de un amigo en su página de Facebook. Me hizo pensar en cual es la mía... Sin duda: Ingenting är omöjligt!, de IKEA, la tienda sueca que está en varios paises del mundo y que se caracteriza por sus bonitos diseños y bajos precios. La clave de su éxito: diseños de vanguardia, altos volúmenes de venta, bajos costos de producción y transporte y una publicidad que enamora a cualquiera. El diseño escandinavo es archi reconocido a nivel mundial e IKEA se beneficia de ello. Quien no quiere tener en casa una lámpara de diseño escandinavo? Aun no conozco a la primera persona.
El cuento es que "nada es imposible" me dice que sin importar el reto que se le presente al producto, es posible superarlo evalúando distintos materiales para construirlo, distintas composiciones de sus partes para hacerlo compacto al embalar y económico de transportar, todo con el objeto de que aun siendo rentable para la empresa, sea accesible para el consumidor.
"Nada es imposible" no es equivalente a decir "todo es posible"; el creador de la frase quizo hacer énfasis en el reto al que se enfrenta cada diseño. Es fácil leer entre líneas que lo que se quiere decir es más on menos "!Aunque el reto es difícil, lo supero!". Entonces me hace inferir que el abordaje a los obstáculos se hace con actitud positiva, con creatividad y con la certeza de que siempre se consigue una manera de lograr el propósito.
Así que a pensar "out of the box" y a mantener una actitud positiva, que en esta vida todo depende de la actitud con que uno asuma los pequeños y grandes retos de cada día.
Ah! por cierto, la frase de mi amigo es "Dios concede la victoria a la perseverancia", de Simón Bolívar.

martes, 15 de abril de 2008

Una ciudad anti – peatones a ruedas


A esta ciudad es imposible recorrerla por sus aceras sin interrupciones. Las personas en silla de ruedas, las personas mayores, las madres con bebés en su coche, los que caminan halando el carrito de las compras, no la tenemos fácil cuando nos encontramos con una acera rota por las raíces de un árbol o porque la rompieron unos obreros, o porque se rompió con el uso por haber sido construida de mala calidad, o una acera con escalones, o inclinada hacia un lado, o con un paso de peatones sin rampa, o con un carro estacionado, o con un kiosko o un depósito de basura, o con un árbol en todo el medio que además de dar fresco y hermosear el paisaje, deja sin espacio a cuatro ruedas para pasar… son tantas las cosas que roban el espacio del peatón normal! Y que decir de los peatones de a dos y cuatro ruedas

Cuando salgo a hacer alguna diligencia cerca de casa me es más cómodo llevar a mi hijo en su coche, por eso cada vez que puedo aprovecho la salida para brindarnos un paseo, que además me sirve de ejercicio y a él de somnífero. ronda Altamira, los Palos Grandes o Chacao, ya me conozco las rutas más frescas, menos transitadas y con aceras menos interrumpidas. Aunque lamentablemente es inevitable cambiar la acera por la calle algunas veces. Entonces es cuando me he encontrado a algún conductor estacionado, enojado porque ¡Como se me ocurre arriesgar a mi bebé! También me encontré con una señora que aunque me vio de lejos cruzar la calle, aceleró con su camioneta. Otro conductor al verme en la orilla de la calle, no solo me echó el carro encima sino que además descargó con furia el sonido de su corneta. Como si eso cambiara el hecho de que me era imposible rodar por la acera justo en ese espacio. Señores conductores a nosotros los peatones de a ruedas nos encantaría no invadir su espacio, pero ¿como hacemos si el nuestro también está invadido?

En general, los que menos dan paso son los camioneros, algunas señoras y jóvenes. Ojalá si les toca andar en cuatro ruedas pero por la acera y no por la calle, solo encuentren aceras continuas y con rampas y con conductores considerados.

Al otro lado, para que se sepa que no todo es agresividad en las calles de esta ciudad, también me he topado con motorizados que paran el transito para que yo pase con el coche y mi bebé, y autobuses y vehículos que se detienen en los cruces para darme paso, sobre todo los señores y algunas señoras.

sábado, 5 de abril de 2008

Me cayó la maldición maracucha…

“Ojalá te mudeis!” Aquella maldición originaria del Zulia me cayó por décimo tercera vez. Hace unas noches saqué la cuenta. Me he mudado trece veces en toda mi vida: Primero me fui a estudiar a la universidad; pero no pasé del propedéutico y regresé a casa de mis padres. Luego me fui a la UDO en Margarita y me alojaron mis tíos en Porlamar. Pasado un tiempo me fui a un apartamento en la Asunción, me gradué y entonces me regresé a casa de mis padres. Luego me fui a estudiar otra vez. Recién llegada a Caracas como la mujer de ACUDE con un anuncio bajo el brazo y dos maletas. Alquilé una habitación en Chacao, pero una noche a los tres meses me peleé con la casera :S y me sacaron Reina y Habib como fugitivo con mi perolera al tipo estudio de 35m2 de Mercedes y Luis. En tan pequeño espacio era imposible vivir los tres. Entonces pedí morada en casa de Jomary en los Teques, que dulcemente me recibió un trimestre; pero que va! dos horas diarias de tráfico!, era como viajar todos los días de Puerto Ordaz a Maturín… y regresar!. El lado bueno era que en el camino nos daba tiempo de desayunar, maquillarnos y leernos el material que discutiríamos en la clase. Luego Susana me consiguió una habitación en casa de su vecina en Lomas de Bello Monte. Mi habitación daba al jardín de la casa. Que linda vista y que amigos tan interesantes los de la casera, mi muy cariñosamente recordada señora Marianne. Viviamos tres y hasta cuatro inquilinos, cada uno en lo suyo pero como una hermandad. Ahí pasé la fiesta de carnaval más memorable de mi vida. Tiempo después, antes de tener que salir como fugitiva me fui un mes a casa de Madeline en La California, mientras conseguía algo más estable. Entonces por fín me topé con Karla que además de tremenda casera, era excelente compañera de apartamento, y así nos hicimos grandes amigas. Por fín había encontrado un lugar estable, pero entonces luego de un año me atrapó Andreas y me fui a Suecia, donde sus padres nos cedieron espacio en su casa. El paisaje espectacular, pero muy poco sol para una margariteña como yo, así que nos vinimos para Caracas, donde empezamos alquilando un apartamentito en Los Palos Grandes. La ubicación nos encantaba, pero nos lo pidieron al cumplirse el año. Entonces nos mudamos al anexo en Altamira donde fuimos felices salvo las fiestas a todo trapo y a todo volumen que hacían los vecinos de La Chapaleta.

Y ahora por fín tenemos nuestro primer hogar nuestro de nosotros, de donde espero no mudarme al menos en los próximos cinco años, que a la décimo cuarta va la vencida y si me toca mudarme, les avisaré de la venta de garage porque lo que pienso llevarme es NADA!

Pero ¿Saben que es peor que la maldición maracucha? La maldición española: “Ojalá te mudeis en plena remodelación!” Así es, nos mudamos al mismo tiempo que remodelamos.

Ante menuda maldición, me consuelo con la bendición de mi mamá: “Da gracias a Dios, hija, que tienes a donde mudarte!”

jueves, 3 de abril de 2008

Maniática? Puede ser…

La lavadora es el único recurso que hace el trabajo mejor que yo. La computadora sola no hace nada y la gente, ni hablar!

Jamás algo que he pedido hacer a otros, ha quedado como yo lo hubiera pensado. Esto de por si no está mal, lo que si es una pretensión es pensar que yo lo hubiera hecho mejor. Mi insatisfacción en este tema tiene cuatro causas posibles: o soy maniática o no me se explicar, o las dos cosas. La cuarta es imposible e indeseable: que el universo confabule en mi contra y solo me ponga enfrente a gente tonta.

En estos días estoy embalando para mudarme… Parece mentira el trabajón que representa mudarse 10 cuadras! Son tantas las cajas y el trabajo que he pedido a la señora de limpieza que me ayude. Craso error!!! No ha habido caja que ella embale que yo no deshaga. Ni envoltura de mueble que no me produzca “Fuuurious anger! cuando la veo. Si llamo día 0 al primero que ella empezó a ayudarme, pues desde el día 1 estoy deshaciendo lo que ella ha hecho y volviendo a embalarlo como Dios manda. El resultado de mi primera tarea de rehacer su trabajo fue que reduje el contenido de 3 cajas a 2 y además estoy segura que las cosas no se maltratarán en el camino.

Maniática? Puede ser…

martes, 25 de marzo de 2008

Y por fin ocurrió lo que tanto temía

No es por nada, yo adoro a mi esposo. Aún tengo las pupilas en forma de corazón por él, pero si hay algo que te tiene mi marido es que su visión es de tan corto alcance como la de un recién nacido. Eso si que te tiene el! Todo lo que quede desordenado fuera de su campo visual (que es poco más allá de su nariz) y que no le estorbe el paso, la sentada o la acostada… no existe! Sobre este tema me he resignado y normalmente termino yo recogiendo el desorden. Entiendo que es a mi a quien hace feliz ver todo ordenado y a quien saca de quicio ver cosas fuera de lugar. El jabón líquido de Sebastian es una de esas cosas que por quedar en su margen de acción, queda invariablemente destapado luego de que Andreas lo baña. Incontables veces he sido la heroína silente que a escondidas tapa el frasco y lo devuelve a su lugar, para que Andreas siempre lo consiga en el momento de usarlo, incontables veces he callado mi furia por tan nefasto error. A fin de cuentas ¿Qué tan complicado puede ser tapar un frasco luego de usarlo?!?!

Y es así como hoy luego de tanta angustia ocurrió lo que tantas veces vi venir, pero que por un descuido mío, ocurrió. Encontré el frasco destapado, acostado y con la mitad del contenido derramado alrededor.

domingo, 23 de marzo de 2008

Tengo una amiga…

Tengo una amiga que “recibe la ayuda” de una señora de limpieza dos veces a la semana. Mi amiga ya tiene más de seis meses con esa señora. Lo que más le gusta a mi amiga es que la señora es muy cumplida con la asistencia y no es tan “echa carro” como las anteriores, aunque la ha pillado leyendo revistas mientras las ordena, o viendo por la ventana esperando que sea tiempo de irse. Estas pequeñas nimiedades mi amiga ha decidido interpretarlas como consecuencias de ser tan rápida en su trabajo, que le permiten el gustillo de tomarse recesos. Esta señora además no escatima en levantar mesas, sillas y alfombras para dejar bien limpia la casa. A mi amiga también le gusta mucho que es una mujer emprendedora, como muchas mujeres de los barrios de Caracas y adyacencias, que tienen la valentía de echar adelante a sus hijos (de al menos dos hombres), levantar sus casas poco a poco, cumplir con el trabajo y además reunir los reales para celebrarles el carnaval, los cumpleaños, y el “niño Jesús” como sus hijos se lo merecen, con disfraces, decoración y regalos. La creatividad en estas mujeres es de admirar. Por eso es que dicen que no se les muere el muchacho en la barriga o con la boca abierta.
Esta señora que “ayuda” a mi amiga con la limpieza de su hogar, tiene un solo defecto. Tiene una capacidad impresionante para dañar las cosas. No hay olla, sartén o sandwichera con superficie de teflón que haya sobrevivido “lisa” a los embates cotidianos de la señora de limpieza. Las paletas de la cocina tienen roturas que cuesta imaginar como alguien con el simple uso puede lograr. El vaso de la licuadora, luego de haber sobrevivido dos años milagrosamente sin ninguna huella, de repente bota agua por el fondo ¿Cómo puede hacer alguien para que sin roturas visibles se haga un espacio entre las cuchillas??? También la plancha, luego de haber sido usada exclusivamente por mi amiga semanalmente… bueno, digamos que a veces mensualmente; de repente tiene la carcaza descuadrada. EL esposo de mi amiga sospecha que a la señora de servicio se le cayó. Asimismo de repente uno de los pantalones favoritos de mi amiga, tiene la marca irrefutable de la plancha en una de las botas. Así como de repente las esquinas de las mesitas de centro en la sala tienen abolladuras…Mi amiga se enoja mucho cada vez que descubre un nuevo daño en su hogar. Le parece inconcebible que las cosas puedan ser tratadas tan salvajemente como para dañarlas. No se imagina como lucen los objetos utilitarios y decorativos en la casa de la señora que la “ayuda”, todos abollados, rotos, parchados… Pero por encima de eso, mi amiga no concibe la vida teniendo que hacer todo el trabajo de la casa ella misma. Mi amiga prefiere dedicar ese tiempo a otras cosas más rentables como trabajar en su profesión y atender y compartir con su familia. Y en cuanto a los daños en su casa, mi amiga ha decidido interpretar estos daños menores como producto de la gran fuerza física que tiene la señora de limpieza, la cual emplea en limpiar todos los rincones de su hogar sin escatimar esfuerzos.

viernes, 21 de marzo de 2008

Cómo se formó mi planeta?

Recuerdo que alguna vez de niña viendo una novela con Alba Roversi y Guillermo Dávila ella dijo algo como “me imagino cosas” y entonces comprendí que mucho de lo que a mi me pasaba era eso. Por fín había encontrado las palabras para definir lo que me ocurría, de lo que invadía gran parte de mi tiempo. Creaba mundos o finales distintos a los que veía o vivía.

Espero que mi mundo interior y mis ganas de escribir sean suficientes para que quieras compartir este planeta mío con el tuyo. Bienvenid@!

jueves, 20 de marzo de 2008

Ahora soy super mamá

Sebastian llegó a nuestras vidas desde que lo concebimos en nuestras mentes, pero su llegada física definitivamente cambió nuestras vidas, como individuos y como pareja. Ahora tenemos menos tiempo para nosotros pero por lo mismo apreciamos más cada instante. Un ducha de más de 5 minutos tiene ahora para mí un valor especial. Así como 1 hora a solas con mi esposo, aunque ya más de 15 minutos es bastante decir!

Una de las cosas que más me maravilla de haberme hecho mamá es que he desarrollado super poderes, como escribir en la computadora con una mano mientras con la otra cargo a Sebastian y le doy pecho. O llevar en paralelo varias actividades como poner una ropa en la lavadora, mecerlo en su coche y atender el teléfono. Lo más curioso que he hecho es, cual mujer de goma, tomar el cortaúñas de Sebastian colocado en mi mesa de noche, mientras estoy acostada y le doy pecho. Lo asombroso es que lo hice con los dedos gordo e índice… del pié!

Estoy muy orgullosa de mis nuevas destrezas. Si tengo un segundo hijo estoy segura que desarrollaré más super poderes. Imagino que como los Hombres X, entre las mamás hay niveles de niveles. Por ejemplo una mamá de 5 niños, debe ser el equivalente a un Hombre X Nivel 5, que es el máximo nivel descubierto entre ellos; solo se conoce de un hombre X nivel 5 y es la antiheroina de la 3era película, que solita podía destruir a todo el mundo.
Mientras descubro nuevos super poderes, me conformo con la agilidad de mis manos y pies y ser super mamá nivel 1.