martes, 1 de octubre de 2013

Tu ausencia me parte el alma

Me parte el alma tu ausencia,
 
Tu ausencia en adelante de mi vida,
de la de mis hijos,
de mis hermanos y mis sobrinos;
de los amaneceres, anocheceres, mañanas mediodías, tardes, noches y madrugadas de mi padre.
 
Me parte el alma tu ausencia tan temprana,
que arruina mis planes para el futuro.
Verte jugar con mis hijos en el jardín de mi casa en verano
no pasará de ser una imagen creada en mi mente, una ilusión, una fantasía,
no pasará de ser un sueño.
 
Me parte el alma no darte todo lo que pensé darte, pedirte todo lo que pensé pedirte, contarte, preguntarte... escucharte.
 
Te abrazé lo que pude en tus últimos días. Te dije "te amo" dejando atrás el socialmente apropiado "te quiero".
 
Y descubrí a través del dolor ensordecedor de piel sangrante
que te amo como a mis hijos
y que tu madre, tus hijos y tu esposo te amamos con locura
y has sido el mundo para nosotros.
 
Tu ausencia me parte el alma
Y sólo los sabios por experiencia propia tienen la razón al decir
que el tiempo es el único bálsamo que alivia, que atenua.
 
Esta cicatriz que llevo en el alma es ahora mi bandera.