domingo, 22 de junio de 2008

La vida es tan simple...

La vida es tan simple como nacer, crecer y vivir en familia, cualquiera que sea su composición; echarle pichón o parasitar, estudiar, quizás la universidad, trabajar, quizás un postgrado, trabajar, quizás otro postgrado; encontrar un amor, o tal vez varios; casarse, tener hijos o no tenerlos, quizás divorciarse; quizás ser bueno, quizás ser malo; disfrutar el trabajo o tal vez detestarlo; viajar, los amigos, los afectos; ver pasar los años, mirar hacia adelante. En uno o más puntos deternerse y mirar a los lados; mirar atrás y seguir avanzando. La vida es tan simple y pasa tan rápido...
Ayer recibí la llamada de Dayana, Marysabel fue encontrada muerta a la orilla de una carretera. Las experticias afirman que el impacto de un accidente fue la causa. Su carro, destrozado.
Ella fue mi primera cara del IESA hace ocho años. En un "Hablemos del Master" convocado en Puerto Ordaz, estaba ella en un espacio alquilado en el Hotel Intercontinental, con su sonrisa recibiendo invitante a todos los interesados. Recuerdo las palabras de un egresado invitado a echarnos el cuento; el IESA es "a tiempo repleto, no completo". Unas semanas más tarde, volvió a recibirme en otra sala del hotel, esta vez con un examen de admisión y un coffe break con jugo de naranja, café, croissants... Unas semanas más tarde Marysabel me dio la bienvenida con la sonrisa más cálida, llamándome por mi nombre en los espacios del IESA. Siempre nos hizo sentir consentidos, especiales
La última vez que la vi, en un reencuentro de egresados, ella dio unas palabras, nos miró a todos a los ojos, con su sonrisa, feliz, agradecida, satisfecha, orgullosa, complacida de tenernos de vuelta una vez más reunidos a tantos, recuerdo que me dijo que no olvida mi cara de asustada cuando nos conocimos en Puerto Ordaz y luego recién ingresando al Master. Yo tampoco la olvido, con su sonrisa y su trato tan especial.
Hoy somos buenos, amables, cálidos, amigos, hacemos familia, vamos a comernos un pizza, regresamos a casa y en el camino alguien baja el breaker y listo, se acabó.
La vida es tan simple... tan corta...

sábado, 21 de junio de 2008

Alicia en el país de las maravillas

En mi nuevo trabajo aun estoy empapándome y conociendo a la gente. Ayer tuve una reunión en la que conocí a personas de otras áreas, básicamente clientes y colaboradores internos que usan los resultados de los estudios que empiezo a asumir, para medir su desempeño y la calidad de su trabajo. En la reunión estaba Florinda, una mujer en sus 50, alta, maquillada con los labios colorados, de abundante, elevado y firme hablar. Dando indicaciones y dirigiendo la reunión que una compañerita mía estaba conduciendo. Cuando noté que la actitud de Florinda empezaba a hacerme ruido, pronunció por primera vez "carapterística". Me que quedé en shock y pensé que había escuchado mal, lo dejé pasar, no puede ser en una jefa confundir la c con la p, pero no había terminado de completar la idea mental cuando volví a escuchar la p. Siguió avanzando la reunión y en otra intervención de Florinda, volvió a tronar la p en mis oídos y además en estereo, sorround y pantalla, porque me alcanzó el tiempo para sin quedar dudas leerlo en sus labios... colorados, cabello escalonado abajo de los hombros con las puntas peinadas hacia afuera, vestido floreado blanco con escote pronunciado, uñas largas pintadas como francesita, pero de base blanca perlada y bordecito rosado... perlado, por supuesto!
Con semejante percha corporativa y semejante pronunciación, tendré que seguir esperando que me presenten a los personajes antes de meter la pata y confundir a Florinda con Floripondia. No vaya a ser que por subestimar las dicciones y uñas de algunas, me corten la cabeza como propuso la reina de naipes que se hiciera con Alicia en el país de las maravillas

viernes, 6 de junio de 2008

Mi primera semana en Santander

Llevo siete días en mi nuevo empleo. Los primeros cuatro días han sido exclusivamente de inducción, firmar y llenar papeles y arreglar mis accesos a la computadora, a la red, a la oficina, a mi sueldo... Sigo en la fase de "empapamiento", pero ya arrancando con mis proyectos y mi plan de trabajo 2008.
Me sorprenden el compañerismo, que el trabajo es tan o más interesante de lo que me había imaginado y que el almuerzo en el comedor (si, que hay comedor ya me lo esperaba) cuesta la curiosa cantidad de Bs.F. 5,3. ... Si! 5,3 bolívares. Tenía planeado almorzar con mi amiga Madeline todos los mediodías, pues ella trabaja en el edificio de enfrente, pero con ese precio, dejaré los encuentros con Madeline para el café, que por cierto, está en 3 Bs.F. Raro, no?