miércoles, 15 de diciembre de 2010

Sobre el terrorismo y otros demonios

Los medios suecos publican esta semana montones de información referente al atentado ocurrido el sábado pasado en el centro de Estocolmo. Información sobre el autor del atentado, la opinión de algunos expertos en terrorismo, la alerta activada en el resto de Europa, sobre el fortalecimiento de la seguridad para combatir nuevos ataques.

Pero pocos hablan sobre la solución, tal vez porque no es fácil por no decir imposible. Yo, ignorante en la materia, pero anhelando que todos volvamos a nuestros mundos rosas donde vivimos en paz y dormimos tranquilos, hago el ejercicio mental de encontrar el punto de origen y como desatar el nudo.

Ejercicio infructuoso, porque en lugar de soluciones surgen mil preguntas a la vez ¿Es el terrorismo un negocio como me parece, en persecución de poder y riqueza? ¿Viven en dos mundos distintos los terroristas y los que se suicidan bajo sus instrucciones? ¿Son los suicidas jóvenes manipulados por sectas religiosas? ¿Apoyan sus familias el perderlos por las mismas creencias? ¿Reciben la esposa y sus hijos algún beneficio material de por vida, como un seguro? ¿O son los suicidas amenazados de ver sufrir a sus familias si no lo hacen?...

La palabra tolerancia está de moda. Pero ahora me pregunto hasta que punto está bien ser tolerante. ¿Mis derechos llegan hasta donde se rozan con los derechos de los demás? ¿Debemos redimirnos ante las exigencias de terroristas por temor a perder la vida o la de nuestros cercanos? ¿Debemos confrontarlos con valentía y no abandonar las calles, así nos cueste la vida?

Me pregunto como se tejen las redes del terrorismo y del Islam. Voy a informarme sobre esto. Pero seguramente nadie mejor que el que está adentro para entender como funciona y en consecuencia como se desarma. Desde aquí afuera y en el mar de mi ignorancia parece una salvaje batalla de poder y riqueza que se aprovecha de jóvenes débiles y manipulables para basar su éxito en el terror. Me huele a tiranía y de eso no quiero.

Sigo como al principio, queriendo ayudar y sin saber como.

No hay comentarios: