lunes, 24 de noviembre de 2008

Decidiendo el peso relativo de cada uno de mis roles

Además de ser individuo, mis roles más demandantes son ser esposa, profesional… y desde hace un año, ser mamá.
Esta no es la primera vez y estoy segura que no será la última que me refiera al conflicto de intereses que me produce el ser madre. Ahora, con el segundo bebé en camino, mis reflexiones respecto a las prioridades de cada rol, van un nivel más allá. No sólo entré en conciencia, sino que además exploro distintas maneras de alcanzar ese frágil balance en que cada rol ocupe en la práctica el peso que deseo. Sin embargo, cada vez que emprendo mi búsqueda concluyo que este es un problema sin solución perfecta.
Cada mañana se me convierte en una batalla entre ser mamá de Sebastian, sobrellevar el sueño y los malestares del embarazo nuevo y cumplir con mis responsabilidades en el trabajo. Muchas veces los malestares le ganan a lo demás. Pero una vez en la oficina se siente tan bien hacer mi trabajo… Sin mencionar las ventajas económicas que me brinda trabajar.

Este es mi diálogo interno más recurrente en los últimos tiempos, sobre todo en las mañanas al despertarme:
Dios! Que cansada me siento! Que agradable sería quedarme en casa descansando, arreglando las cosas en casa y preparando la llegada del nuevo bebé, a mi ritmo, sin presiones…
… pero tengo cosas pendientes en la oficina, tengo responsabilidades allá…
… Además, salir de casa cada día y enfrentar retos de trabajo me encanta, me oxigena…
… además, teniendo tiempo libre, me daría más holgura y posiblemente sería menos eficiente con los proyectos que me proponga…
…no, definitivamente no quiero quedarme en casa. Que afortunada soy de tener trabajo y tener cosas interesantes que hacer cada día. Vamos, levántate, cómete una galleta para que pases las náuseas, tómate un café para despertar y alístate para ir a trabajar…
… hmmm me estiro… espalda, brazos, piernas…
… Dios! que cansada me siento!

No hay comentarios: