sábado, 21 de junio de 2008

Alicia en el país de las maravillas

En mi nuevo trabajo aun estoy empapándome y conociendo a la gente. Ayer tuve una reunión en la que conocí a personas de otras áreas, básicamente clientes y colaboradores internos que usan los resultados de los estudios que empiezo a asumir, para medir su desempeño y la calidad de su trabajo. En la reunión estaba Florinda, una mujer en sus 50, alta, maquillada con los labios colorados, de abundante, elevado y firme hablar. Dando indicaciones y dirigiendo la reunión que una compañerita mía estaba conduciendo. Cuando noté que la actitud de Florinda empezaba a hacerme ruido, pronunció por primera vez "carapterística". Me que quedé en shock y pensé que había escuchado mal, lo dejé pasar, no puede ser en una jefa confundir la c con la p, pero no había terminado de completar la idea mental cuando volví a escuchar la p. Siguió avanzando la reunión y en otra intervención de Florinda, volvió a tronar la p en mis oídos y además en estereo, sorround y pantalla, porque me alcanzó el tiempo para sin quedar dudas leerlo en sus labios... colorados, cabello escalonado abajo de los hombros con las puntas peinadas hacia afuera, vestido floreado blanco con escote pronunciado, uñas largas pintadas como francesita, pero de base blanca perlada y bordecito rosado... perlado, por supuesto!
Con semejante percha corporativa y semejante pronunciación, tendré que seguir esperando que me presenten a los personajes antes de meter la pata y confundir a Florinda con Floripondia. No vaya a ser que por subestimar las dicciones y uñas de algunas, me corten la cabeza como propuso la reina de naipes que se hiciera con Alicia en el país de las maravillas

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