jueves, 10 de mayo de 2012

Caracas, ciudad de despedidas

En estos días, mi amigo David compartió en facebook un video titulado “Caracas ciudad de despedidas”. David y yo somos pro tolerancia y pro respeto a las opiniones de todos. Desconozco los detalles de la filmación, pero por los comentarios y algunas reacciones, el video se ha ganado algunos detractores que sobre todo le acusan de mostrar una imagen parcial, ignorante y vacía de la juventud caraqueña, resumida en “los sifrinos del Este”.

Confieso que el tema me mueve las víceras. No tanto porque yo misma me fuí, sino y sobre todo porque creo fervientemente que uno tiene que procurar ser objetivo para acercarse a la verdad, para mejorar, para mejorar al entorno. Creo en el escuchar, entender, analizar antes de formarse una opinion.

Para mi, los detractors se quedaron en criticar la manera de hablar de los muchachos y se perdieron el mensaje. Estos muchachos hablan de delincuencia, de falta de bienestar, de sentido de pertenencia, de soledad, de conflicto, confusión e inestabilidad, de oportunidades para su futuro, de querer independizarse, de una relación amor-odio con su ciudad. Me sorprende que a algunos eso no les parezca contenido. Pero lamento, sin sorpresa, que a algunos les cueste quitar la hojarazca del vocabulario ajeno y la forma de expresión para captar el mensaje. Y esto es también parte de la verdad del país. Antes de tomar como primera iniciativa ridiculizar y criticar de manera destructiva, hay que entender que esta es su verdad y un tema relevante para ellos. Que ellos junto a los jóvenes si se quiere del oeste de Caracas y del resto del país representan el futuro y son nuestra generación de relevo. Y porque no, también pásenle una cámara a otro talento que filme a los chamos en Chapellín, para ellos Caracas es también una ciudad de despedidas, lamentablemente en ese caso sin retorno posible. Ahí también hay contenidos dignos de escuchar, aunque su mensaje también venga envuelto en un lenguaje con códigos propios.

Parece que nos hace falta observar, escuchar y leer más. Nos hace falta ser más amplios. Y con esto voy a ser explícita, me refiero a la intolerancia en Venezuela, en el mundo en general y porque, claro está, no escapo a esa imperfección humana.

Acá el link al video para que juzguen por ustedes mismos. Besos amigos.